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Le espero
silenciosamente...
Mi cara descansa sobre las sábanas de fresco algodón
y mi culo se erige bien alto
Mi mente se va deslizando sin esfuerzo en deseo
y no puedo pensar en nada...
Quiero más en ese momento.
Oigo Tus pasos
de pie detrás de mí
inspeccionándome, ojos lascivos.
Escucho Tu cinturón deslizarse, el chasquido de la hebilla.
El primer toque delicado de Tus dedos sobre mi carne,
me hace humedecer, gotear.
Un rastro brillante se desliza despacio por mi muslo.
Me siento carnal y te espero.
Imagino la visión de mi coñito expuesto a Tus ojos,
mi lujuria expuesta.
Quiero sentir Tus manos agarrar mis caderas,
sentir martillearme.
Quiero ser tomada por Ti.
Necesito que...
Necesito que me lleves
llévame hasta tu propio placer.
Me retuerzo al sentir el aguijón de Tu mano
en la suave piel de mi culo.
Tu polla rígida que me invade,
Dueño de mi.
Quiero darme...
Quiero darte el mundo ...
Tuya, Tu zorrita.
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