Sábado, sabadete...como me gustan los sábados, porque descanso, no trabajo, porque todavía queda un día, el domingo, para el lunes y eso da una tranquilidad, que hasta hace que lo disfrutes más. Aunque el disfrute es relativo.
Hemos hablado estos días, jueves y viernes, de algo que me pasa, algo que tu sabes, que notas e intuyes, que no suelo expresarlo abiertamente porque no quiero ser "cansina" ni agobiar y porque entiendo y acepto las famosas circunstancias, pero que a pesar de todo no puedo evitar porque se trata de lo que siento, de mis necesidades, porque también las tengo.
No me quejo jamás de lo que tengo, todo lo contrario, tengo la gran suerte de tenerte conmigo y para mi; tengo tu amistad, cariño, amor, dedicación...simplemente que a veces, y sobre todo cuando el tiempo pasa, se necesita "algo más", y eso me ocurre a mi. Ese "algo más" se traduce en sentir ese abrazo que tanto imaginamos, ese beso profundo, largo y húmedo que deseamos, Tus manos recorriendo mi cuerpo que siempre soñamos...en definitiva, sentirte físicamente porque mentalmente, estoy hecha una experta.
He de reconocer que aunque lo que me dijiste en parte lo sabía, escucharte decirme...ahora mismo no puedo hacer otra cosa...fue como si me cayese el techo de casa encima. Más de una lágrima se me cayó y no en la arena precisamente. Al mismo tiempo no dejaba de preguntarme porqué, porqué todo se me vuelve tan difícil, está situación, otras situaciones pasadas, porque siempre a mi. Debo tener un imán, fijo.
Pero también es justo reconocerte y agradecerte que ayer me hablases de ti, de como te sientes muchas veces, que de igual forma lo sé y soy consciente, pero escuchártelo es un bálsamo de tranquilidad, porque hace que no me sienta sola en este sentimiento de necesidad hacia ti que tengo. También sé que me necesitas, que te da el "desespero" como a mi.
Sé que esa sensación de tristeza o melancolía por el querer y no poder, mejorará y se apaciguará, aunque también se perfectamente que no desaparecerá, porque el anhelo está ahí y se puede convivir con él, unos días mejor y otros peor, pero ahí está, no lo puedo evitar. Y quizás un día me pase factura, quizás...espero y deseo que no.
Esta mañana llovía, ya no, Tú estás lejos, muy lejos y te echo mucho de menos, como siempre.
Tuya, como siempre.
P.D. Hoy siento que te quiero más.
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