Y dijo Neruda...
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...Cuanto te habrá dolido acostumbrarte a mí,
a mi alma sola y salvaje, a mi nombre que todos ahuyentan.
Hemos visto arder tantas veces el lucero besándonos los ojos
y sobre nuestras cabezas destorcerse los crepúsculos en abanicos girantes.
Mis palabras llovieron sobre ti acariciándote.
Amé desde hace tiempo tu cuerpo de nácar soleado.
Hasta te creo dueña del universo.
Te traeré de las montañas flores alegres, copihues,
avellanas oscuras, y cestas silvestres de besos.
Quiero hacer contigo
lo que la primavera hace con los cerezos.
ಇ
Y dice la princesita...
Quiero ser para ti como la flor del cerezo,
pero no solo en primavera...
Quiero ser para ti esa dulce cereza,
que revolotea ansiosa en tu boca...
Quiero ser para ti...todo lo que quieras de mi.
Tuya, sólo Tuya, siempre Tuya.
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